jueves, 30 de noviembre de 2006

WHO


Cuando intento enseñar formas de comportamiento a Who (mi perro), no me hace ni caso, salen palabras de mi boca hacia su mirada y con sus pestañas me las rebota, torcemos ambos la cabeza y expectantes esperamos movimientos.

Y aquí estamos ambos, sin amaestrar, en un ir y venir sin medida, mordisqueando lo que el aire nos quiera lanzar.

Si he observado que a cada palabra que recibimos, su mandíbula va directa a mis tobillos y mi tropiezo cae sobre su alegría misteriosa. Y así nos pasamos algunas mañanas intentando descifrar el secreto de las palabras. A mi su vocabulario me abruma, por tener que estar constantemente descifrándolo, hay una palabra que me enternece, esa que se le queda en la punta de la lengua cuando regresa extasiado en su jadeo musical, se acerca a su cubo de agua y me trae su particular sopa de letras, es cuando le respondo con un: …- ya, ya, ya, …se te saldrá el corazón por la boca y esa si que es una palabra gorda…¡¡

1 comentario:

Anónimo dijo...

Encantador:tu perro y el texto...
Un saludo...