domingo, 10 de diciembre de 2006

El Sueño del Dinosaurio (II)



He confundido siempre mi presente con el pasado y para romper ese dogma, desdoblo personalidades que son figuras de lo que me gustaría ser o me apetece ser en ese momento, me ayudan a pensar en inmediato y dibujar futuros, cierran puertas al recuerdo, permitiéndome actuar de una forma más segura de mi misma y del escenario en el que piso, de esta forma disfruto de realidades presentes, me confunde el tener que arrastrar constantemente mi bautismo, a la par que me aburre. Aunque suene contradictorio, porque podéis pensar que esa figura que pueda gustarme ser, no sea yo, pero en fin, quien sabe quienes somos...

Cuando terminó de contarme la historia del sueño del dinosaurio, ese dinosaurio que soñaba con hombres, me hizo sentir que no existíamos que somos sueños ajenos. Y no tuve más remedio que confesarme, el tema me dio miedo.

- En verdad, no me llamo Sofía .- dije
- Existirá la maga?, .- dijo en carcajadas.

La primera vez que te dedican un poema, después de la sorpresa, no te reconoces en esa persona, te sientes pequeña o la mayor de las personalidades, depende de quien te lo dedique, pero no te sientes tú, te sientes etérea, pero no eres tú, eres quien te mira. Eres quien el poeta sueña. Roberto me hizo sentir la mas grande divinidad, dentro de un jardín intimo y pequeño. Esculpida en sal, escupida espontáneamente de su mente. Supimos rápidamente crear un mundo innovador, repleto de secretos que formaban todo un abecedario, complicidades en objetos encontrados, si así, de forma natural, desde el inconsciente, las palabras bailaban solas, la soledad nos dejó en paz aquel Otoño.

- He tenido un sueño muy vivo, repleto de colores .- me dijo una noche.
- Debe ser esta cama que es mitad mar en esa parte de la colcha azul y mitad desierto en esa parte de color arena .- le comenté.., .- y ese paisaje es idóneo para crear colores.
- No, en serio, he tenido un sueño como nunca antes, cinematográfico .- insistió
- ¿Qué te preocupa? .- le pregunté.
- Se que será el último .- seriamente finalizó.

Vivir de pasiones puede resultar a priori una frivolidad, por su premonitoria fecha de caducidad, por la incertidumbre que produce, que no hay ser humano que soporte, pero es la única forma de conocer el presente, de conocerse a uno mismo, sin trampa sin cartón, al igual que conoces al que tienes en frente, que constantemente deambula por tu mente, sea la hora que sea del día.

Vivir de pasiones puede resultar una excentricidad, un capricho para el que mira desde fuera, pero es la única forma de saber hasta qué, cómo, cuándo y por qué ... eres capaz de amar, de sentir, de explorar. Y al fin y al cabo el AMOR con mayúsculas es un acto egoísta.

Se fue, o me fui yo, no lo recuerdo, el caso es que de la misma forma que un tornado pasa con su desgarradora energía por pueblo habitado, Roberto pasó por mi vida, habitándome de todo un poblado de personajes, que aún hoy en día pasean por mi ser.

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