domingo, 7 de enero de 2007

Me quedo en los 34

Anoche cuando me acosté lo hice con el atuendo habitual. Calcetines blancos, un holgado pantalón rojo de algodón que termina en las caderas con ancha goma y un nudo que señala donde comienza el ombligo, camiseta blanca de tirantes con una imagen del Sr. Spock, cada punta de sus orejas de Vulcano acaban donde nacen mis turgentes razones.

Pelo recogido a la altura de las ideas y una buena crema de noche ventilando la habitación de recuerdos orientales.

Así me arropé, lo recuerdo perfectamente, desconecté el móvil, apagué la luz de la mesilla y estiré mi metro setenta y dos boca arriba, cerré ojos de sopetón, entregando mi alma a la otra vida: El Sueño, cada día morimos un poco.

Esta mañana me he destapado para levantarme y cual fue mi sorpresa que no llevaba nada, (no, no iba desnuda por si alguna persona se adelantó a esa idea), no llevaba nada conocido puesto, me refiero. Llevaba un pijama rosa con dibujos de notas musicales y os juro que me costó incorporarme una eternidad, combatiendo con las sábanas para intentar desliarme. Miré el mueble y había engrandecido, caminé hasta la mesa del salón y por la cintura no me llegaba, era mi cabeza la que rasaba. Fui al baño para asomarme al espejo, no alcancé, no era el mobiliario lo que había crecido, era yo quien había empequeñecido. Pensé si esto había podido suceder por las sesiones nocturnas de centrifugado y por ello haber encogido, pero no, no podía ser eso, debía llegar a la solución de este castigo. Nada de lo que me rodeaba de casa valía como medida, debía salir fuera y con el mundo compararme.

Tropecé tres veces por mis andares torpes hasta la puerta, salté hasta el pomo pero así no se abría, tuve que arrastrar una silla y escalar hasta el cerrojo. Liberada, corrí tambaleándome por el ahora mucho más largo pasillo del portal, hasta la puerta D y golpeé.

No quería ponerme nerviosa, seguro que todo tenía una explicación, ahora me abriría sin problema el "tío bueno" que tengo de vecino, el chico atractivo al que guiño el ojo en el ascensor y me sonríe aunque no conozcamos nuestra voz. Tuve que frotarme los ojos, no podía creer, era altísimo, por lo menos cuatro metros diez. Y después de un año pude saber como hablaba, me dijo de forma cariñosa y entusiasmada: - Hola bonita, te has perdido?!...dónde vives?...dónde están tus papás?..

Me elevó en sus brazos y me abrazó, fue entonces cuando pude verme en el espejo del recibidor. Llevaba trenzas, mofletes y no más de dos años de edad. Y solo quería gritar, pero no me salía y quería hablar pero no tenía mucho vocabulario: - Sofía... yo Sofía.. - y comencé a llorar, no sabía decirle dónde vivía, no podía parar de llorar y darle patadas en el estómago. ¿Por qué no quería llevarme a casa, solo quería llevarme al piso bajo?.

Le señalé hacia mi puerta y por fin cayó en la cuenta de que estaba abierta, me secó las lágrimas, me bajó al suelo, me cogió la mano y empujó, apartando la silla preguntó al silencio por alguien, claro está que nadie respondía y sonó el teléfono, gracias a los Dioses!. Pero no se atrevía a cogerlo, me sujetó fuerte la mano como si un delincuente o algún suceso grave dentro ocurriera, pero nada se movía, solo el teléfono que no paraba de sonar, yo quería soltarme, pero él no dejaba de apretarme..y sonaba...y sonaba....

Así he abierto los ojos, acabo de hacerlo y lo primero que he hecho es mirar las orejas del Sr.Spock y palparme las tetas, me sobran las razones.

(¡ Larga Vida y Prosperidad !)

18 comentarios:

nancicomansi dijo...

Sería espantoso, una auténtica peadilla, habitar nuestra adultez en el cuerpo de un niño que aún no PUEDE hablar, al que tratan como tal, y no poder hacerte entender...sólo de pensarlo se me ponen los vellos de punta...
Tienes una imaginación desbordante. Te envidio...de buen "rollo"...

Anónimo dijo...

Solo le faltó ver a una mujer abrazada a un tronco de madera y un vendedor representante de zapatos manco, con un tatuaje en el que se lee:
Fuego camina conmigo.


Pd.Pepineros y con rh

Anónimo dijo...

Spock , vulcano, El sueño, Puerta D

¿En negrita?

Isabel dijo...

Es que me parto de risa contigo,mujer...;sobre todo lo más importante era corroborar tus "dos" razones...jajaja.
Es que sin ellas no eres nadie..jajaja ;-)
Te superas por día,Sofia.Genial y divertido.
Un besote.

Candelas Sanchez Hormigos dijo...

Ha sido terrorifico. Los pelos como escarpias, nena.

Con cariño

Anónimo dijo...

Gracias. La culpa la teneis vosotros, que me inspirais "cositas" raras.

Sr. Brisuón la relación Spock, Vulcano, El Sueño y Puerta D: es la llave de mi Enterprise, la clave de encendido de las estrellas en el escenario. (que nostalgia al ver las fotos del Sr. Kovayassy, esto no se avisa asi de sopetón, pero si no queda nada???!!)

Anónimo dijo...

Si le da usted la llave a todo el que pasa, cualquiera puede montarse en su nave y dejarla compuesta y gravitando como Volynov

Respecto a lo que queda, está todo intacto. En su recuerdo.

Unknown dijo...

Interesante escena... me recuerda a una peli de Michel Gondry (podría ser Olvídate de mí).
Lo tuyo es la creatividad...
y la razón!
Salud!

Isabel dijo...

Pues a mi me ha encantado esta historia,sobre todo el giro final que rompe la sensación tan dramática...
Por eso me haces disfrutar leyéndote,Sofía;tienes una creatividad que deberías asegurar..jeje
Buen domingo,buena inspiración...

El detective amaestrado dijo...

Nunca supo Mr. Spock que iba a estar su imagen proyectada en algo mas sublime que el telón de una sala de cine...
Muy bueno el relato, me ha puesto las orejas de punta

Anónimo dijo...

Me parece una historia genial... Muy gracioso el hecho de que lo primero que buscarás son tus dos razones...

Me hizo gracia...

pazzos dijo...

Un relato muy completo: fantasía, ternura, sexo, amor, nostalgia, intriga y mucha gracia.

Anónimo dijo...

sois la mejor flota estelar..

p.d.sr.brisuon,bonita forma de morir la del ruso, me recuerda que quiero ser una Space Cowgirl

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Muchos días experimento el fenómeno inverso: llega la hora de Cenicienta y me escapo con los sueños ávidos de un (casi) niño a ese limbo que existe en todas las camas que me duermen; despierto y encuentro el mismo guión bobo para vida de (casi) adulto que me traen tantas mañanas. Tormento injusto.

Anónimo dijo...

..eso va a ser del yoghurt

Anónimo dijo...

No, si ya lo dicen por ahí... que fumar (¿?) es malo para la salud... o que cenaste demasidado... que estos días de excesos... ¿excesos??? anda, pues va ser eso ¿no???

Me alegro de que hayas vuelto por "el tunel del tiempo" nuevamente...

Anónimo dijo...

agárrate fuerte, nos volvemos a ir