El maldito teléfono esa noche no paraba de sonar. Seis líneas de urgente asistencia telefónica con las que redimir el dolor de solitarios noctámbulos. Ojos dilatados. Linces, especies en extinción. Paranoicos, maniacos en la mayoría de los casos, pendientes de la respuesta exacta de una voz al otro lado del cable espiral antes de pegar un grito o pegarse un tiro. Huérfanos. Preguntas sin sentido, insultos a fantasmas, mil porqués lanzan, no al centro de su ser, ni a la respiración de quien está escuchando, vomitan pasado, escupen al centro del podrido Universo esquizofrénico. Duele vivir. Posesión. Acero. Fuera de control. Desahogo. Calma. En la línea cinco preguntan por mí, perdonad un momento.
La culpabilidad es un callejón sin salida con tu silueta de tiza dibujada en asfalto. Él supera este trance viviendo el anonimato. Asesinato. Se busca en mil personajes de pretérito imperfecto a veces, inventados a ratos, que hicieron o están a punto de hacer la maleta. Él siempre se queda. Ha colgado el teléfono diez veces, me ha jurado que no volverá a llamar. Apego al mas allá. Lobo herido. Acorralado. Cigarro mal apagado, demasiado alcohol en vena. Él siempre se queda. Ha parpadeado en cada luz roja numérica de la noche. No deja de sonar. Lo último que me ha dicho, retumba aún en mi cabeza, ha sido: Ni contigo, ni sin ti.
La culpabilidad es un callejón sin salida con tu silueta de tiza dibujada en asfalto. Él supera este trance viviendo el anonimato. Asesinato. Se busca en mil personajes de pretérito imperfecto a veces, inventados a ratos, que hicieron o están a punto de hacer la maleta. Él siempre se queda. Ha colgado el teléfono diez veces, me ha jurado que no volverá a llamar. Apego al mas allá. Lobo herido. Acorralado. Cigarro mal apagado, demasiado alcohol en vena. Él siempre se queda. Ha parpadeado en cada luz roja numérica de la noche. No deja de sonar. Lo último que me ha dicho, retumba aún en mi cabeza, ha sido: Ni contigo, ni sin ti.
13 comentarios:
Siempre cuelgo con la sensación de que no ha valido de nada. Siempre me digo: "No volveré a llamar".
Pero siempre llamo.
Y eso que la respuesta suele ser: "EL número al que llama se encuentra apagado o fuera de cobertura. Inténtelo de nuevo más tarde".
El lince y el lobo están en terrible peligro de extinción.
¿Te llamaron?
Por ellos.
Si no fuese por lo que creo que es, te diría que en un programa de esos de noche, se hicieron famosos:
a)Móstoles
b)Las empanadillas
c)Martes y trece
Pero...
Vaya agobio.
Lo peor la frase final , no hay nada mas letal que el ni contigo ni sin ti .Volvera a llamar .
Besos
Yo creo que cambió de número Juanma.
¿trabajas en el teléfono de la esperanza?
amor
Estoy seguro, Teresa. Pero, ¿qué otra cosa puedo hacer?
Y la voz de lata de la compañía telefónica me hace tanta compañía...
¿¿Instrumento para la comunicación o para la incomunicación...??
Maldito teléfono ,a veces lo adoro,a veces lo detesto...
Ni con él,ni sin él...
Un besote.
¡Asesinato! Alguien exclama, y esa sola palabra se derrama, como una mancha de aceite. El teléfono mata la emoción, pues hasta la menor de las vibraciones de una emoción que nos traiciona se convierte en un chasquido metálico totalmente carente de humanidad. Yo digo, casi grito: Si me odias, si me amas, si me deseas o me detestas... me dan igual las palabras, siempre que se deje sentir tu aliento.
Besos insomnes.
...tienen mis males remedio...
Buen finde niña, y el teléfono a veces es mejor darle un descanso
quiero tenerte cerca para oirte mejor
Publicar un comentario