viernes, 2 de marzo de 2007

Y LUEGO MATILDE



El calor de aquella tarde convertía en fatiga incluso el respirar. El ventilador, viejo y ruidoso, giraba marcando el compás al sonido de las tijeras en mis manos.
El pequeño Antoine como cada tarde, pegó su nariz al cristal para observar mi..., trabajo en el interior. En el momento en que el calor se hacía sofocante, aclaré con agua fresca la cabeza de aquel extraño, retirando el jabón con mis dedos. Era la primera vez que venía, era la primera vez que cruzaba la puerta de mi establecimiento y era la primera vez que acaricié su cabeza. También era la primera vez que Antoine le veía. Me fijé en sus ojos tras el cristal, celoso de la cabeza de aquel desconocido. Solté el botón de mi blusa e invité a mis hinchados y húmedos pechos a asomarse por el escote de ella mientras me giré hacia aquel chiquillo y le lancé un beso.


Aquel día la vida de Antoine cambió para siempre.









Ojalá mi Antoine baile pronto para mí.

13 comentarios:

Mandarina azul dijo...

Otra peluquera muy sugerente, aunque más discreta que la tuya, es la de "Italiano para principiantes".

¿Tú tienes peluquero o peluquera, Teresa? Porque tienes cara de que te encante que te laven la cabeza, ¡a mí también!

Anónimo dijo...

Es lo más relajante el momento de lavado...yo pido que me echen de todo, mascarilla, cremas de no se que...agua a diferentes temperaturas)...por estar más tiempo... :)

Está muy bien relatado, Teresa, quien no ha querido ser peluquera alguna vez ? eh eh (eso sí sería incapaz de tocar el pelo de un chino, no sé me da grima, sorry)

Nathalie dijo...

esa siempre ha sido una de mis canciones favoritas de Pedro Guerra..."abrázame fuerte, que no pueda respirar...."

besitos

Anónimo dijo...

todos podemos ser antoine alguna vez...

Anónimo dijo...

Sofia, ¿eso es un comentario xenofobo?

Ten cuidado los vigilantes de la corrección están siempre vigilando

JuanMa dijo...

A mí siempre me provoca una sensación rara que me laven la cabeza en la peluquería.
Por una parte, físicamente es una sensación muy agradable. Pero por otra, me resulta un poco violento que sea una desconocida trabajando en serie quien la provoque...

Me resulta muy tierno el detalle con Antoine.

Anónimo dijo...

Que gustito que te laven el pelo. En el cine hay escenas de lo mas sugerentes con lavado de cabeza .Yo a veces hasta me quedo medio dromida ) .
preciosa la cancion .
Besos Teresa

Unknown dijo...

ey! ese tipo de la peli me copió la forma de bailar!! jajaja

thoti dijo...

.. pobre Antoine.. ¡que calor!.. ¿y aún le pides que baile?.. :-)

Anónimo dijo...

vista al mar

MALEFICABOVARI dijo...

Otro escenario, otras sensaciones. Creo que muchas veces hemos sido esa peluquera, pero no me gustaría estar en la piel del que mira a través del cristal, momento sublime, pero veneno para toda la vida después.
No seas tan mala... algunos hombres no pueden superar ciertas cosas... El poder de la seducción es demasiado estresante para ellos cuando sólo queda en una mirada y tiene que largarse con la pedorra de turno a pensar en su peluqera favorita... no crees?
bss
Maléfica

pazzos dijo...

Porque nos gusta mucho la peli y Anna Galiena y se lo perdonamos todo pero el marido de la peluquera, si somos imparciales, bailaba peor que el niño insoportable de Billy Eliott, ¡que ya es decir!

El detective amaestrado dijo...

La canción, un encanto. La peli, un primor.
Tu post, un sueño