lunes, 28 de abril de 2008

PERSIA


Cuando dejé de quererte alguien llamó a la puerta. No abro la puerta a cualquiera, fue por inercia y me habría prestado a que me abrieran en canal para ver si era capaz de sentir algo. Un señor bajito, de rasgos serios, quedó pasmado ante mí, pendiente de mis gestos. Debió de sentir miedo de mis ojos furiosos, soberbios. Y comencé a llorar y él envuelto en magia, mantuvo mi mirada y abrió su gris y sucia gabardina, dejando ver un repertorio de objetos en aquella estancia surrealista. Gafas de sol llenas de sombras, paraguas estampados en cuadros, relojes que cantaban tictacs, pulseras que se enganchaban a collares, ahogándose a la par, anillos que sólo valdrían para colocarse en dedos pulgar. No veía, entre lágrimas, de forma borrosa intuía el chirriar de su sonrisa y en un carraspeo de voz, pronunció una palabra: barato. Cuando dejé de quererte, me costó caro. No hay aventura vital que me emocione. Entró en casa, no dejo entrar a cualquiera en mi casa, fue sin pensar y del bolsillo sacó algo que no alcancé a ver, lo guardó unos segundos entre sus manos. Lo depositó sobre la alfombra y comenzó a correr. Eras tú, tú pequeñito, un hombre menguado, como nuestro amor con tendencia a desaparecer. El señor bajito comenzó a reír y yo volví a llorar. Tú huías despavorido, dando saltitos sobre los dibujos de aquella alfombra persa. Te toqué con el dedo índice y noté que eras de verdad, pequeñito. Blando, caliente. Y comenzaste a gritar, te escuchábamos desde lejos y él reía y yo lloraba, no soportaba tanta locura. Después de ti, hay nada. Y quedaste acurrucado en el último hilo de la alfombra, en el fin del mundo, todo pendiendo de un hilo. Todo quedó en silencio cuando dejé de quererte, duele. Te pisé.
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14 comentarios:

JuanMa dijo...

Dejar de querer duele, y mucho.

Pero aun así yo prefiero no pisar (se pone todo perdido).

Un beso.

NoSurrender dijo...

Buf, con la mala fama que tienen las gabardinas. Sobre todo cuando se abren y descubren a un señor bajito que no habla :P

Es triste lo que has escrito, me ha hecho sentirlo. Y duele, desde cualquier punto de vista. Sí.

ese dijo...

¡Qué afortunada has sido!

Speso, el vendedor de ilusiones, ha viajado desde el Gran Bazar hasta tu casa para permitirte ver, por esta vez, el misterio que se esconde en el laberinto del horizonte.

La curiosidad hace preguntarme qué objeto te pediría como pago por haber conseguido modificar tu ánimo.

(Preguntarme no quiere decir preguntarte)

Nébula dijo...

Todo un viajazo surrealista de pesadilla a la hora de la siesta. Lo malo es eso, que duele...

Anónimo dijo...

...y duele...perdí Mil y una Noches

haThus dijo...

Algo que he oido tantas veces, "cuando dejé de quererte". ¿Cuándo se deja de querer? ¿Por que yo no puedo recordar algo así en mi vida? Quizá nunca haya dejado de querer, ni siquiera después de ser pisado.

Saludos Sofia.

El búho rojo dijo...

Me sorprende lo bien que manejas los dedos en el teclado y lo torpe que eres al caminar… ¿o no ha sido torpeza???

Anónimo dijo...

..porque nuestro cerebro nos engaña HATHUS, que sólo quiere recordar lo bueno..

Ay BUHO, pues tenías que verme en tacones por las eternas calles en obras de Madriz...eso sí que es un show...No, no fue torpeza, te voy a ser sincera, fue queriendo...aceptándolo y ...asimilándolo?...y el hombre de la gabardina, que siempre me lleva a desenlaces extremos

muack

Churra dijo...

Si que duele ..
Oye cuanto tiempo sin pasar por aqui y que gusto volver . Besos

Anónimo dijo...

tu cancion de karaoke favorita hoy te la canto yo

Anónimo dijo...

CHURRA qué alegría verte ...aún recuerdo aquel abecedario de secretos y aquella frase tuya de "duelo de titanes"..besos...

SNAKE, quieres dejar de contar intimidades que nunca nadie sabe quien está leyendo??? ...que conste que yo no canto en karaokes jajaja (te estoy esperando)

Anónimo dijo...

desgarrador

Anónimo dijo...

tengo fotos

Anónimo dijo...

pesado