lunes, 22 de enero de 2007

EL PLANETA DE LOS ROBOTS

Me he sentado como todos los días, en la misma silla de todos los días del trabajo. Mi compañero me ha preguntado ¿quien soy?, suponía que estaba de broma y le he preguntado por el fin de semana. Me ha mirado y muy seriamente me ha invitado a salir, no como novios, a salir a la calle, que no podía estar ahí, decía. No traspasar el lugar de mesas, me ha repetido dos veces. Después me ha estampado en la cara un folleto de Benidorm y me ha echado. No sé que me ha sentado peor de todas esas cosas. Como aún estaba dormida no he dado importancia a la situación, me he ido a la cafetería de al lado: Carlos! por favor un café. Carlos me ha mirado de arriba a abajo y ha puesto cara de no haberme visto en la vida. He bajado al servicio y me he visto la cara de todos los días, no entendía nada. ¿Qué tal María?, .- le he preguntado. Perdona, nos conocemos de algo?, .- me ha respondido. Ya empezaba todo a preocuparme, no tanto por el desconocimiento de mi existencia, más por la cantidad de caras serias que estaba viendo esa mañana.

Comencé a fijarme en los dos señores del puro en la barra y el carajillo, bigotes hacia abajo. El señor de la máquina recreativa, en silencio, serio, cuando estaban cayendo muchas monedas. En la televisión, dos políticos mirándose las caras, sentados uno frente a otro, serios sin decir nada. He salido a la calle. El barrendero, triste, sin color. La señora del kiosco de periódicos, sin sonrisa, en blanco y negro las revistas del corazón. Rodeados de niebla. Corrí a lugares de bullicio. Entré a la peluquería, dos señoras hablando de física cuántica y una chica a la que le hacían un corte de pelo algo extraño, comentaba en alto a las caras serias del espejo algo sobre una ecuación de Schrödinger. La señora que tenía manicura a las tres ha comenzado su charla sobre Entropía. A punto de darme un síncope por saturación de información he salido y he respirado hondo. Niños que salían de colegio, vestidos de blanco impoluto en filas legionarias sin hacer ruido, al ritmo de una sintonía clásica por un altavoz. Coches respetando los semáforos y pasos cebra. Todo real.

No he podido evitarlo, me he acercado a una señora y le he tirado del pelo y de la piel, no ha gritado, se ha dejado hacer y así pude ver lo que sospechaba, ante la mirada fija del resto de personas haciéndome un círculo perfecto. Cabeza de acero, cables, ojos luminosos. Robot. El día había llegado. He podido escapar he ido a la playa. Debo esconderme. Tengo que encontrar más humanos. He caminado algunas horas por la orilla, asimilar lo que había visto, al final de la playa he podido fotografiar lo que ahí veis:
(realmente, no sé a quien escribo todo ésto, ¿decidme hay algún humano ahí?)


17 comentarios:

Unknown dijo...

Yo lo intento, y también busco Seres Humanos. Deberíamos invertir más tiempo en su búsqueda o algún día nos pasará lo que cuentas..
La foto da miedo!

Anónimo dijo...

más que una medusa, a que si

Anónimo dijo...

A veces me gustaría ser humano... pero soy un búho (ca uno, es ca uno)

Claro que ha sido una suerte que te dieses cuenta... la mayoría de nosotros, no lo sabemos aún... o lo que es peor... ¿seremos ya robots y todavía no hemos tomado conciencia de ello???

nancicomansi dijo...

¡Yo, bonita, Yo! espera...¿y si soy un robot que no sabe que lo es? HAla! ahora ya me da vueltas todo...
¡SMUAK!

Adúlter dijo...

No. Yo soy un robot. Lo sé porque sueño con robotas desnudas que me provocan derrames de servofluidos.

pazzos dijo...

Afirmativo.

pazzos dijo...

Escucha a mi primo

Mandarina azul dijo...

Te escribe el perro de mandarina azul. Que me dice ella que te diga que sí es humana. ¡Guau!

Anónimo dijo...

teneis un peligro, voy a avisar a la blogosfera (ay que risa)

Anónimo dijo...

No se, la verdad cada vez dudo más del significado del concepto humanidad.

kutxi dijo...

Esto lo oí una vez en un documental: al ritmo de desarrollo que llevan los trastos informáticos, no tardando mucho será posible hacer perfectas simulaciones de la vida. Los individuos que formarán parte de esas simulaciones no serán conscientes. Teniendo en cuenta que cada uno de esos ordenadores del futuro podría hacer varias simulaciones y que habría muchísimos ordenadores haciendo simulaciones... es estadísticamente más probable que nosotros mismos seamos parte de una simulación que seres reales.

Yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human...
yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human...
yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human...
yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human...
yo por supuesto que soy human... yo por supuesto que soy human...

Anónimo dijo...

...tú si que eres ciborg de generación avanzada
(sofia da un golpe a kutxi en la espalda para que se le pase el hipo, no se le pasa voy a por alicates)

Anónimo dijo...

No hay humanos desde hace tiempo... Todos somos máquinas programadas... Todos caminaremos hasta que nos dure la corriente, ouego, nos apagaremos y quedaremos aparcados...

Anónimo dijo...

me está dando un mal rollito, pues tengo ganas de abrazar a alguien... al primero que entre por la puerta.

anilibis dijo...

Sería una bonita forma de comenzar una historia.

¿No crees?

Isabel dijo...

Como la vieja "Invasión de los ultracuerpos";cuando nos demos cuenta ya nadie será quien dice ser...
¿Pero, acaso, es distinto ahora?;-)
Impactante foto,sin lugar a dudas,Sofia...
Deprime,¿verdad?Como esa imagen en el Planeta de los Simios en la que aparece la estatua de la Libertad semi-enterrada...
Ingeniosa,como de costumbre..
Un beso.

Anónimo dijo...

1) Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

2) Un robot debe obedecer órdenes dadas por seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.

3) Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.