martes, 20 de marzo de 2007

GREEN DREAM

- No tenemos habitaciones, lo siento, estamos completos.
- ¿No puede ser, dónde puedo ir, sois el único hospedaje en el pueblo?
- Sí, pero puedo hacer una llamada. La Sra. Grant, Blanca, alquila habitaciones. Desde que sus hijos se mudaron a la ciudad y falleció su marido, tiene casa de sobra.
- Gracias.

Blanca resultó ser una mujer muy agradable, risueña de infinitas canas y ganas por mostrarme su vida, contarme su historia e intercalarla con la mía, se le veía en los brillantes ojos y familiar voz. A mí, por las horas en las que llegué, sólo me apetecía perderme en unas sábanas, así que intenté lo más rápido posible terminar con aquella cordial taza de té hirviendo, resumirle en trece frases algo de mi cotidianidad y la razón que me había llevado hasta allí.

Una vez en la habitación llena de encaje y olor a hogar, tiré la bolsa al rincón, me deshice de las heridas en los pies, descalzándome y dejé que entrara la noche, la luna llena y brisa del bosque por esa increíble ventana con vistas. Recuerdos de infancia y cariño en esa cama desconocida. Pasos en el pasillo, alguien me mira, pero me rindo al sueño y al aullido del lobo.

- ¿Qué tal ha dormido, querida?
- Muy bien gracias.
- Tiene todo lo que desee para desayunar, está incluido en el precio.
- Gracias, sólo esta verde manzana que me mira..- saltó a mi mano desde la cesta.
- Acabo de recogerlas.

Realmente una sonrisa misteriosa, pensaba mientras asomaba mi curiosidad por la ventana. Morder. Entre los árboles llegué a ver un leñador, creo que en mi vida había visto uno, ni la fuerza del hacha, se precipitaba la leña, me miró y comenzó a excavar un agujero en la tierra. Acidez. De un granero comenzaron a salir siete enanos que se dirigían a la casa y comenzaba a sentirme como en una película de Lynch, pero sin cortina roja. Me di la vuelta y Blanca me miraba. Dijo que quería mostrarme algo. Sudor frío. Entré en una habitación negra y en el centro podía verse un precioso féretro de cristal. Lo siguiente que recuerdo es la caída del corazón de mi manzana y oscuridad.

18 comentarios:

JuanMa dijo...

Vas a necesitar un príncipe azul (aunque sea a tiempo parcial).

El búho rojo dijo...

Primero Eva... ahora tú... voy a tener que dejar de comer manzanas.
:-)

Isabel dijo...

Estupendo,Sofía;para variar, la imaginación que tienes me deja boquiabierta...
Aprovecho y le doy un mordisco a ésa rica manzana...;-)
Un besote...

Anónimo dijo...

Después de ver esa manzana y leer su historia creo que cambiare la cadena de hoteles que frecuento.

Sofia dijo...

sí, creo que la ración diaria de fruta debería estar compuesta por plátano y melòn

Anónimo dijo...

no dejes de contarnos cuentos

Sofia dijo...

...Eins, zwei, drei, vier, fünf, sechs, sieben...

Lúzbel Guerrero dijo...

Excelente querida, me gusta mucho como maneja los giros, aunque creo que ya se lo he dicho en alguna ocasión. Buenaas noches

Churra dijo...

Que suerte, ahora te despertaran con un beso ..

Precioso chica

Princess Valium dijo...

Ahora sólo falta esperar...Lo que no sé es si todavía quedan príncipes y además azules...Un beso

Anónimo dijo...

respuesta a los ciento treinta y tres e-mails recibidos: no busco príncipe azul


su tabaco gracias

JuanMa dijo...

O sea, que tenías mucho sueño atrasado...

Anónimo dijo...

Claro porque el principe azul no existe, ni tampoco la princesa prometida

besitos

Anónimo dijo...

Cambiare de firma tecnologica

Sintagma in Blue dijo...

Nada más aterrador que esos hoteles que prometen "ambiente familiar"...

magaca dijo...

Sueña en verde pero no debajo de un manzano que es muy incómodo, por experiencia.
Un cuento fantástico!

Anónimo dijo...

no me partas el corazon

Mandarina azul dijo...

Pero...¿tú qué tomas para la imaginación? ¡Cuenta tu secreto!¡Ya!

Un beso :)